La hélice es un elemento mecánico formado por un conjunto de palas que giran en torno a un eje y trazan un movimiento rotativo que genera propulsión.
En cualquier embarcación, las hélices son piezas fundamentales para poder moverse, pero hay que conocer qué tipos de hélices para barcos existen y cuáles son sus características para elegir la más adecuada para cada tipo de barco.
¿Cómo funciona una hélice?
Al ser el mecanismo de propulsión más común en las embarcaciones, es importante saber cómo funciona una hélice o propela (así llamada también de la adaptación de la palabra propeller en inglés). Las aspas que la forman (entre 1 y 5 normalmente) están torcidas de manera idéntica y colocadas alrededor de un núcleo que se sitúa sobre el eje de empuje.
Para conseguir el movimiento, se combina la rotación y la traslación a lo largo del eje usando el agua. Esto genera una fuerza que permite el impulso de la hélice hacia delante y, por tanto, de la embarcación.
¿Qué tipos de hélices existen?
Existen muchos tipos de hélices marinas en función de distintas características:
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Según número de palas
- Hélices monopalas: como indica su nombre, solamente cuenta con una pala y es adecuada para modelos de embarcación de velocidad pura.
- Hélices bipalas: con dos palas, este modelo es sencillo y eficaz para veleros, pues no genera resistencia al avance de la embarcación.
- Hélices tripalas: sus tres palas colocadas a 120º son más estéticas que funcionales en el mundo de las embarcaciones, se usan más en la aviación.
- Hélices de más de tres palas: no tienen muchas aplicaciones, así que son frecuentes en grandes buques mercantes pero no en embarcaciones de recreo.
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Según el sentido de giro de las hélices
- Hélice dextrógira: las palas de este tipo de hélice giran en sentido de las agujas del reloj, es decir, hacia el lado derecho.
- Hélice levógira: las palas de este tipo de hélice giran en sentido contrario a las agujas del reloj, es decir, hacia el lado izquierdo.
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Según su forma y material de construcción
- Modulares: hélice formada por piezas diferentes que se ensamblan, usadas en grandes barcos porque su tamaño va a proporción.
- Moldeadas: para barcos de menos de 200 pies de eslora, estas hélices son una única pieza montada directamente sobre el eje. Pueden ser de los siguientes materiales:
- Aluminio: el material más utilizado por ser barato, pero poco a poco con la incidencia del agua va perdiendo ductilidad.
- Bronce: muy resistente al deterioro causado por el agua, especialmente cuando la salinidad es alta, pero con cierto grado de deformación.
- Acero inoxidable: material muy duro que evita roturas y deformaciones, es ligero y resistente al agua, pero, a diferencia de las hélices de aluminio, la hélice de acero es cara y su esfuerzo no absorbido pasa a otros elementos de la trasmisión.
- Acero al carbono: las hélices de este material absorber mejor los golpes, resisten las inclemencias del agua y pesan poco.
- Carbono: material usado en equipos de alto rendimiento porque aúnan lo mejor de cada material. Eso sí, las hélices de carbono son muy caras.
- Materiales compuestos: algunas hélices combinan varios materiales de los nombrados anteriormente para mejorar el precio, pero por eso mismo no se pueden reparar.
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Según su sistema de propulsión
- Hélices de paso fijo: son adecuadas para velocidades de rotación concretas y para cargas determinadas, pues transmiten la energía de forma constante.
- Hélices de paso variable: tienen una mayor eficiencia de propulsión, especialmente cuando la embarcación está a plena carga. Las hélices pueden inclinarse para ahorrar combustible hasta colocarse en posición aleta para que no tengan resistencia.
- Hélices de paso controlable: permiten ajustar el paso según la operación que se quiera realizar.
- Sistemas de tobera: hélices rodeadas por un perfil hidrodinámico que incrementa el empuje hasta un 40%.
- Azimutales: hélices que giran 360º para mejorar la maniobrabilidad y que se pueden instalar en embarcaciones comerciales que llegan a menos de 14 nudos.
- Water Jets: propulsores a chorro que absorben el agua para expulsarla a gran velocidad a través de una tobera y conseguir el movimiento. También pueden dirigirse para mejorar la maniobrabilidad.
- Dobles hélices SCHOTTEL: una hélice en cada lado, ambas girando en la misma dirección, para convertir la potencia del motor en el empuje óptimo.
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Puedes ver más ampliamente los tipos de hélice según el sistema de propulsión en este post.
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Según su método de instalación
- Hélice de eje estándar: también llamado eje de cola, es apto para las hélices de paso fijo y de paso controlable.
- Hélice contrarrotativa: instalación de dos hélices (una frente a otra) en el mismo eje rotando en sentido contrario para ahorrar pérdida de flujo. Teóricamente, la ventaja de las contrarrotativas es que aumentan la efectividad hasta en más de un 15% con respecto a las de una sola hélice.
- Hélice canalizada: conocida como hélice de boquilla, se instala la hélice sobre una boquilla redonda que la hace más eficiente.
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