¿Cómo fondear un barco de forma segura?

Fondear un barco es una destreza fundamental para aquellos navegantes que buscan explorar las maravillas acuáticas desde su propia embarcación. Adquirir esta destreza significa conocer lugares idílicos rodeados de paisajes pintorescos y de la serenidad que el mar puede ofrecer.

Pero, ¿qué significa realmente fondear y cómo fondear un barco adecuadamente? A continuación, vamos a conocer todos los detalles sobre esta maniobra, la normativa vigente en España y lo que necesitas saber sobre fondear una embarcación.

¿Qué es fondear?

Fondear un barco es la maniobra mediante la cual se amarra la embarcación al lecho marino mediante un ancla o muerto sujeto mediante una cadena o cabo. Dicho con otras palabras, fondear consiste en “aparcar” la embarcación en algún fondeadero, ya sea una cala o bahía o en mar abierto, pero siempre en zonas autorizadas (en los puertos solo se hace por causa de fuerza mayor y previa autorización de la autoridad portuaria).

Esta actividad es frecuente en la náutica recreativa, los barcos comerciales o profesionales no se suelen parar a disfrutar del entorno natural. De hecho, se estima que más de la mitad del tiempo en el que se navega por ocio, las embarcaciones están fondeadas o paradas para que los ocupantes se bañen en ese lugar, para que practiquen deportes acuáticos o para que visiten algún paraje cercano.

Aunque puede parecer una tarea sencilla, fondear correctamente es una cuestión de seguridad y hay que tener en cuenta muchas cuestiones: tipo de fondo, peso de la embarcación, rozamiento, condiciones climáticas, etc.

Preparación para fondear

Como hemos visto, las embarcaciones recreativas pasan mucho tiempo fondeadas, las comerciales o profesionales no suelen fondear. Y para hacerlo con seguridad, hay que tener en cuenta algunos factores previos:

1º-. Elegir la zona de fondeo

Lo primero que hay que saber es dónde se puede fondear porque no está permitido en todos los sitios. Sabiendo que se puede, es preferible elegir zonas de fondeo resguardadas del viento y con poco oleaje consultando mapas de navegación o cartas náuticas.

También es esencial consultar el parte meteorológico más actualizado para evitar el arrastre de las embarcaciones hacia el mar o hacia zona de rocas.

2º-. Tipos de fondos marinos

Existen diferentes fondos en los que ha de agarrarse el ancla, cada uno con sus características, y hay que tenerlo en cuenta a la hora de fondear con seguridad. Por ejemplo, está prohibido fondear en fondos de posidonia por su importancia en el ecosistema.

Sabiendo esto, los fondos marinos más recomendables para realizar la maniobra de fondeo y donde la embarcación estará más segura son: arena, cascajo (piedras pequeñas, arena y restos de moluscos), guijarro (piedras pequeñasca) y fango compacto, aunque este último debe evitarse si hay mucho viento porque se puede soltar parte de ese fango.

Al contrario, el ancla no se sujeta demasiado bien en fondos rocosos, de coral, de arcilla o algas, por lo que hay que elegir otras zonas en las que fondear, especialmente si hace viento o si hay oleaje.

3º-. Cuántos metros de cadena para fondear

Para fondear, hay que tener en cuenta la profundidad hasta el fondo marino y, por tanto, cuántos metros de cadena o cabo debe tener la embarcación. Esto se mide mediante una sonda.

En condiciones normales, se necesita que la cadena tenga el triple de metros de lo que marca la sonda para fondear con seguridad. Si el viento es fuerte, se recomienda tener 5 veces más de cadena.

Si en lugar de cadena, la embarcación cuenta con un cabo para tirar el ancla, se necesitan 10 veces la profundidad que marca la sonda para anclar.

4º-. Tipos de anclas para fondear

A pesar de que existen diferentes tipos de anclas para barcos con sus respectivas características, estas son las más habituales en las embarcaciones de recreo:

• Ancla de arado (CQR). Su forma le da nombre y el peso recae en su punta. Está fabricada en una sola pieza y es muy eficaz en fondos marinos de arena o arcillas. Como es habitual, se fabrica en acero inoxidable o galvanizado y puede tener pesos que oscilan entre los 5 y los 22 kilos.
• Ancla Danforrth. Su principal característica es que tiene mucho agarre pero pesa poco. Su forma, con dos uñas a 45º, consigue máxima fijación en fondos de arena y fango. Hay que tener en cuenta que es muy grande, por lo que ocupa mucho espacio en la embarcación, y que no debe fondear en marcha porque no planea y no llega a agarrarse.
• Ancla de rezón o grampín. Por su forma, es conocida como el ancla de 4 patas o de arpeo, ya que tiene 4 brazos con sus 4 uñas para agarrarse perfectamente a fondos rocosos o con algas. Por esto, es más habitual en embarcaciones de pescadores o zódiac pequeñas.
• Ancla Rocna. Este modelo moderno de 2004 es habitual en embarcaciones de recreo a motor o a vela porque funciona especialmente bien en fondos marinos con algas o muy duros al incluir una barra antivuelco unida a una uña muy pesada. Su versión mejorada es el ancla Manson Supreme.

Además, se recomienda llevar a bordo un ancla adicional por si surge algún problema, pero no es ni obligatorio ni habitual.

5º-. Movimiento de borneo

El círculo o movimiento de borneo es el que realiza la embarcación en torno al ancla cuanto está fondeado. Es decir, el barco queda fijo en un punto y, debido al viento, al oleaje y a las mareas, irá girando en círculos. La distancia de este círculo de borneo está determinada por la longitud de la cadena o cabo más la longitud o eslora total de la embarcación.

Conocer esa distancia es esencial para realizar la maniobra de fondeo, ya que esos metros son los mínimos que hay que dejar entre la embarcación y otras cercanas.

Crédito: Escuela náutica Neptuno

Vamos a poner un ejemplo: si se dejan 40 metros de cadena en un fondeadero de 10 metros marcados por la sonda y la embarcación tiene 10 metros de eslora, habrá un círculo de borneo de 40 metros. Esta es la distancia de seguridad que hay que tener de referencia en todo momento durante el fondeo.

La maniobra de fondeo

Habiendo elegido correctamente el lugar para fondear y teniendo en cuenta la información anterior, llega el momento de realizar la maniobra de fondeo.

Con la embarcación parada, pero con el motor en marcha y el viento de proa, hay que ir dejando caer el ancla poco a poco hasta que toque fondo. El viento irá moviendo la embarcación para que la cadena se tense y habrá que ir soltándola en tramos de 3-5 metros para que no se amontone, si no que se coloque despacio formando una línea en el fondo. Si el viento no es suficiente, hay que hacer uso del motor.

Cuando se haya soltado toda la longitud de la cadena calculada para el movimiento de borneo, se puede comprobar que la embarcación está bien fondeada observando: si la cadena está tensa en todo momento significa que se está movimiento, si la cadena se estira y encoge como un muelle significa que está bien fondeada.

Aun así, lo ideal es comprobar el GPS, actualmente se puede configurar para que los sistemas avisen de un posible garreo. El garreo es el movimiento del barco que no está bien fondeado, es decir, el ancla no se ha sujetado adecuadamente al fondo marino. Se recomienda comprobar esta información cada 2-3 horas por si el ancla se suelta con posterioridad.

Opcionalmente, se puede señalizar o balizar el ancla para que quede marcada su posición y otras embarcaciones lo tengan en cuenta a la hora de fondear cerca. Esto se denomina orincar el ancla.

Normativa de fondeo

Por último, pero no menos importante, es esencial estar al tanto de la normativa de fondeo vigente del lugar en el que se pretende fondear.

En general, el fondeo diurno ha de señalizarse con una esfera negra colocada en la proa, el fondeo nocturno mediante una luz todo horizonte (o luz de fondeo) colocada según el tipo de embarcación como detalla el Reglamento Internacional para la Prevención de Abordajes (RIPA).

Cada área tiene sus reglas específicas para garantizar la preservación del entorno acuático (posidonia, por ejemplo) y la seguridad de todos los navegantes. Por ello, es importante investigar las regulaciones locales antes de salir a navegar, respetar las zonas designadas y prohibidas y contribuir a mantener la integridad de los destinos de turismo náutico para las generaciones futuras.